domingo, 26 de agosto de 2012

Reseña Histórica de la Policía de Chillán

(Album Histórico de la Policía de Chile-1927- Compilado y editado por la Empresa Editora Atenea – Santiago República de Chile)Grupo Chillán Antiguo.

Antiguamente en Chillán como en las distintas ciudades del sur del Chile de la segunda mitad del s. XIX se resguardaban casi por si solas, pues era muy raro el caso de que en ellos se cometiera un crimen o se efectuara un robo, pero a raíz del terremoto de 1835, y su actual emplazamiento (leer historia de Chillán y sus fundaciones); muchas familias quedaron en la mayor desprotección, haciéndose sentir entonces la fragilidad del desamparo, por cuyo motivo en el nuevo y viejo Chillán se perpetuaron varios delitos contra la propiedad ajena, efectuados por algunos malos elementos existentes; al decir de la historiadora Alejandra Araya, los “ociosos, vagabundos y malentretenidos” venidos de afuera y por cuyo motivo el Supremo Gobierno bajo la presidencia de don Manuel Bulnes, por Decreto Nº 46 de fecha 11 de agosto del año 1845, ordenó la creación en Chillán del primer Cuerpo de serenos a fin de que tuviera a su cargo el resguardo del orden, vidas y propiedades.

La dotación de este Cuerpo, en sus principios, fue de un Cabo Jefe (con catorce pesos al mes al mes) y de siete serenos, dos de ellos nombrados con ocho pesos cada uno y los cinco restantes de infantería con seis pesos mensuales, serenos éstos que según el decreto ya mencionado quedaban bajo las órdenes del sr. Gobernador, quién para poder sufragar gastos que ese Cuerpo demandara y dando cumplimiento al Decreto Nº 47 de fecha 20 del mismo mes y año, debía por intermedio de un recaudador imponer una pequeña contribución a todos los comerciantes de la ciudad según el capital o importancia del negocio o industria de que eran dueños o administradores.
Bajo la vigilancia del mencionado Cuerpo de Serenos permaneció la ciudad de Chillán hasta el año 1854, fecha en que el Supremo Gobierno por Decreto Supremo Nº 448 del 8 de noviembre ordenó que este Cuerpo pasara a las órdenes de las Municipalidades creadas por el mismo decreto, Corporaciones éstas que desde esa época debían seguir sufragando los gastos que demandara el sostenimiento de los serenos, nombre éste que ya perdieron para seguir llamándose policías.



Tanto la Municipalidad de Chillán como otras mantuvieron bajo su poder autónomo, más como arma política que para el resguardo del orden, a las policías hasta que por Ley Nº 344 de fecha 12 de febrero de 1896, el Supremo Gobierno ordenó que el Cuerpo de Policía Municipal pasara a poder del Fisco, quien, en lo sucesivo, debía darle nueva organización y rentarlo de su cuenta.
Posteriormente y con fecha 1º de septiembre del mismo año, el Alcalde de la Comuna de Chillán sr. Fanor Paredes dando cumplimiento al decreto aludido, hizo entrega al sr. Intendente de la provincia, don Rafael Puelma, del Cuerpo de Policía que en ese entonces se componía de la siguiente dotación:
1 Comandante: señor Zenón Canales.
1 Capitán Ayudante: señor Lindorfo de la Fuente.
1 Contador: señor Carlos E. Fournier.
2 Tenientes 1.os: señores Alfredo Villagra y Pedro N. de la Peña.
4 Suboficiales: señores Valentin Azcuy, Juan José Sepúlveda, Juan Pablo Soto y Artemio Ramírez.
Más dos Sargentos 1.os, cuatro Sargentos Segundos, ocho Cabos 1.os, ocho Cabos Segundos y seis Soldados que hacían un total de de ciento ocho (108) individuos de tropa, número éste que, ya en ese entonces según comunicaciones del señor Intendente de la Provincia al señor Ministro del Interior, se hacía exiguo, por cuyo motivo al dar cuenta de la recepción de este cuerpo pedía su aumento.

Poco tiempo después, el Gobierno cambió el grado de los Jefes y Oficiales de las Policías de la República, llamándolos Prefectos, Comisarios, etc, hasta que por Ley Nº 4052 del 8 de septiembre de 1924 se dio a las policías la organización actual, creándose el escalafón y aumentando los sueldos de sus miembros, con lo cual la Institución pasó a ser, tal vez, la primera de Sud-América.

sábado, 11 de agosto de 2012

Marta Brunet, gran escritora local y “gran olvidada”

p. Patricia Orellana Cea



Un 9 de agosto de 1897 nació en Chillán Marta Brunet Cáraves, quien con el transcurso de los años se convertiría en una de las escritoras más notables del país. Novelista (se la ubica en la Generación del 27), diplomática y periodista, sus padres fueron Ambrosio Brunet Molina, y su madre, la española Presentación Cáraves.

Hija única, nació en un hogar acomodado. Su padre tenía en Chillán un gran almacén en el sector del Mercado, por calle 5 de Abril. Ahí habría estado la casa habitación de la familia, pero también se la da en Purén o Cocharcas y también en 5 de Abril frente a la Casa del Deporte. Lo cierto es que el gran almacén de los Brunet sí estaba frente al Mercado.

A la temprana edad de 11 años la familia decide radicarse en un fundo que tenía en Pailahueque (IX Región). Su educación la recibe de profesores particulares e intitutrices. A los 14 años recorre Europa junto a sus padres. Más tarde comienza a escribir y sus primeras publicaciones las hace en las páginas de LA DISCUSIÓN.

Luego viene, en 1923, “Montaña adentro” y la escritora no para de producir obras notables. En este recorrido, especialmente en los inicios, recibe el reconocimiento e importante respaldo de crítica de Hernán Díaz Arrieta “Alone”; similares conceptos tuvo para Marta nada menos que Gabriela Mistral. Obtuvo numerosos premios, siendo el más importante el año 1961, el Premio Nacional de Literatura. El 7 de junio de 1962, en un acto público el municipio local la declara “Hija Ilustre de Chillán”.

Marta Brunet fallece el 27 de octubre de 1967, mientras daba lectura a su discurso de incorporación a la Academia Uruguaya de Letras, en Montevideo.

MARTA Y CHILLÁN

¿Está en deuda Chillán con Marta Brunet? ¿Se le ha reconocido lo suficiente¿ ¿Se fomenta en distintos niveles la lectura de sus obras, especialmente entre los niños?

En su ciudad natal el Liceo de Niñas lleva su nombre. Una villa habitacional vecina a El Tejar también. Y la Corporación Arte & Cultura, institución artístico-cultural chillaneja bautizó su pequeña biblioteca con el nombre de la escritora.

El historiador Marco Aurelio Reyes cree que Chillán está absolutamente en deuda con Marta Brunet. “Creo que sigue siendo olvidada. No ha sido suficientemente reconocida por su propia gente. Otros sí, todos muy valiosos, pero ella no ha tenido la misma suerte. Bueno, son muchos los que siguen en el olvido. Pero estimo que se debe reparar ese injustificado olvido”.

Alejandro Witker, también historiador, afirma que “vaya que sí Chillán sigue en deuda con esta extraordinaria mujer, reconocida en otras latitudes y que se ha dicho, fue una adelantada en materia de literatura femenina. La UBB, en un proyecto común, quisimos publicar las obras completas en una excelente edición, pero se nos adelantaron las universidades Padre Hurtado y de Chile. Se dice que un óleo de la pintora Tupper donado al liceo por la escritora, fue regalado más tarde”.

Carlos Ibacache, profesor, al igual que Witker, estiman que en el mismo liceo debería habilitarse a lo menos un par de salas en las que se pueda acceder a sus obras, su historia, registros fotográfico, etc. El liceo sería como el lugar natural, lleva su nombre, argumentan.

Los restos de la novelista descansan en el Cementerio General en Santiago y en la tumba hay un monolito de la otra gran Marta de Chillán, la Colvin.

Un 9 de agosto de 1897 nació en Chillán Marta Brunet Cáraves, quien con el transcurso de los años se convertiría en una de las escritoras más notables del país. Novelista (se la ubica en la Generación del 27), diplomática y periodista, sus padres fueron Ambrosio Brunet Molina, y su madre, la española Presentación Cáraves.

Hija única, nació en un hogar acomodado. Su padre tenía en Chillán un gran almacén en el sector del Mercado, por calle 5 de Abril. Ahí habría estado la casa habitación de la familia, pero también se la da en Purén o Cocharcas y también en 5 de Abril frente a la Casa del Deporte. Lo cierto es que el gran almacén de los Brunet sí estaba frente al Mercado.

A la temprana edad de 11 años la familia decide radicarse en un fundo que tenía en Pailahueque (IX Región). Su educación la recibe de profesores particulares e intitutrices. A los 14 años recorre Europa junto a sus padres. Más tarde comienza a escribir y sus primeras publicaciones las hace en las páginas de LA DISCUSIÓN.

Luego viene, en 1923, “Montaña adentro” y la escritora no para de producir obras notables. En este recorrido, especialmente en los inicios, recibe el reconocimiento e importante respaldo de crítica de Hernán Díaz Arrieta “Alone”; similares conceptos tuvo para Marta nada menos que Gabriela Mistral. Obtuvo numerosos premios, siendo el más importante el año 1961, el Premio Nacional de Literatura. El 7 de junio de 1962, en un acto público el municipio local la declara “Hija Ilustre de Chillán”.

Marta Brunet fallece el 27 de octubre de 1967, mientras daba lectura a su discurso de incorporación a la Academia Uruguaya de Letras, en Montevideo.

MARTA Y CHILLÁN

¿Está en deuda Chillán con Marta Brunet? ¿Se le ha reconocido lo suficiente¿ ¿Se fomenta en distintos niveles la lectura de sus obras, especialmente entre los niños?

En su ciudad natal el Liceo de Niñas lleva su nombre. Una villa habitacional vecina a El Tejar también. Y la Corporación Arte & Cultura, institución artístico-cultural chillaneja bautizó su pequeña biblioteca con el nombre de la escritora.

El historiador Marco Aurelio Reyes cree que Chillán está absolutamente en deuda con Marta Brunet. “Creo que sigue siendo olvidada. No ha sido suficientemente reconocida por su propia gente. Otros sí, todos muy valiosos, pero ella no ha tenido la misma suerte. Bueno, son muchos los que siguen en el olvido. Pero estimo que se debe reparar ese injustificado olvido”.

Alejandro Witker, también historiador, afirma que “vaya que sí Chillán sigue en deuda con esta extraordinaria mujer, reconocida en otras latitudes y que se ha dicho, fue una adelantada en materia de literatura femenina. La UBB, en un proyecto común, quisimos publicar las obras completas en una excelente edición, pero se nos adelantaron las universidades Padre Hurtado y de Chile. Se dice que un óleo de la pintora Tupper donado al liceo por la escritora, fue regalado más tarde”.

Carlos Ibacache, profesor, al igual que Witker, estiman que en el mismo liceo debería habilitarse a lo menos un par de salas en las que se pueda acceder a sus obras, su historia, registros fotográfico, etc. El liceo sería como el lugar natural, lleva su nombre, argumentan.

Los restos de la novelista descansan en el Cementerio General en Santiago y en la tumba hay un monolito de la otra gran Marta de Chillán, la Colvin.